El lunes 13 de febrero recibimos un inesperado paquete a nombre de nuestra clase y dentro, un cachorro de oso polar, con la nota de un cazador llamado Mathew Jhonson, que arrepentido de haber cazado al osito nos pedía que lo devolviéramos al Polo Norte no sin antes haberle enseñado todo lo que su mamá no había podido enseñarle por haber sido cazado y apartado de ella. Debíamos enseñar a nuestro oso dónde podría vivir, qué podría cazar, cómo sería de adulto, con qué animales se encontraría en el Ártico, los peligros que le acecharían, los humanos con los que conviviría. Muchas cosas que debíamos solucionar en muy pocos días ya que la primavera se acercaba y él debía marchar a lugares mucho más fríos.
Lo primero que hicimos, fue ponernos de acuerdo y ponerle un nombre que votamos entre todos, y nuestro cachorro se llamó "Anki".
No hay comentarios:
Publicar un comentario